Sr. Editor:
La enfermedad por infección del virus SARS-CoV-2 (COVID-19) ha tenido un impacto significativo sobre la atención de otras enfermedades. En concreto, hay datos de encuestas realizadas en unidades coronarias1 y unidades de cardiología intervencionista2 que demuestran una reducción del número de ingresos por infarto de miocardio y de intervenciones coronarias, respectivamente.
Aunque se trata de datos retrospectivos observacionales que no permiten establecer relaciones causales, es una información valiosa y, posiblemente, la única disponible. Se han propuesto diversas justificaciones para explicar esta reducción del 40-50% de los síndromes coronarios agudos (SCA) atendidos en hospitales. La primera, que se habría producido una verdadera disminución de los casos incidentes de SCA (epidemia de salud) en relación con el reposo físico de la población y la reducción de la contaminación atmosférica3. La segunda, que se debería a una menor asistencia voluntaria a las consultas por parte de los pacientes, por miedo a contagiarse de la COVID-19 en los hospitales y por evitar la saturación de los servicios sanitarios. Finalmente, la tercera, que sería por un empeoramiento de la calidad asistencial debido a la saturación de los servicios de emergencias y un sesgo diagnóstico desde el SCA hacia la COVID-19.
Hemos realizado un estudio para analizar el impacto del SARS-CoV-2 sobre los nuevos casos de SCA tratados invasivamente. En nuestra base de datos de cardiología intervencionista se recogen datos de forma prospectiva hasta el alta hospitalaria y comprende un área de aproximadamente 1 millón de habitantes (Hospitales Príncipe de Asturias, Severo Ochoa, Fuenlabrada y Clínico San Carlos de Madrid). Se ofrecen datos del 1 de marzo al 30 de abril de 2020, de un total de 118 pacientes con SCA y parada cardiaca a los que se realizó coronariografía. En la tabla 1 se muestran las características clínicas (similares) y los hallazgos angiográficos (menos lesión culpable en el grupo de COVID-19 positivos).
Total (n = 118) | COVID-19 negativo (n = 105) | COVID-19 positivo (n = 13) | p | |
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Características clínicas | ||||
Edad | 66 (56-77) | 65 (55-76) | 75 (62-77,5) | 0,158 |
Sexo femenino | 35 (29,7%) | 33 (31,4%) | 2 (15,4%) | 0,34 |
Hipertensión | 76 (64,4%) | 68 (66%) | 8 (66,7%) | 0,964 |
Dislipemia | 57 (48,3%) | 53 (51,5%) | 4 (33,33%) | 0,235 |
Diabetes | 35 (29,7%) | 33 (32%) | 2 (16,7%) | 0,273 |
Antecedente de tabaquismo | 62 (52,5%) | 56 (54,4%) | 6 (50%) | 0,774 |
Enfermedad vascular periférica | 6 (5,1%) | 5 (5%) | 1 (8,3%) | 0,628 |
Ictus previo | 12 (10,2%) | 11 (10,9%) | 1 (8,3%) | 0,786 |
Infarto previo | 27 (22,9%) | 22 (21%) | 5 (38,5%) | 0,156 |
Insuficiencia renal | 16 (13,6%) | 15 (14,9) | 1 (8,3%) | 0,54 |
Tipo de SCA | 0,849 | |||
Angina inestable | 35 (29,7%) | 31 (29,5%) | 4 (30,8%) | |
SCA sin elevación del ST | 48 (40,7%) | 42 (40%) | 6 (46,2%) | |
SCA con elevación del ST | 35 (29,7%) | 32 (30,5%) | 3 (23,1%) | |
Angioplastia primaria | 25 (21,2%) | 23 (21,9%) | 2 (15,4%) | 0,587 |
Función ventricular izquierda (%) | 57 (44,3-60) | 56 (45-60) | 60 (37-61) | 0,497 |
Hallazgos angiográficos | ||||
Coronarias normales | 24 (20,3%) | 21 (20%) | 3 (23,1%) | 0,795 |
N.º vasos con enfermedad grave | 1 (0-2) | 1 (0-2) | 1 (0-2,5) | 0,844 |
Lesión angiográfica culpable | 69 (58,5%) | 65 (61,9%) | 4 (30,8%) | 0,032 |
Revascularización | 72 (61%) | 67 (63,8%) | 5 (35,8%) | 0,077 |
N.º vasos tratados | 1 (0-1) | 1 (0-1) | 0 (0-1) | 0,107 |
N.º stents totales | 0 (0-1) | 1 (0-1) | 0 (0-1) | 0,256 |
SCA: síndrome coronario agudo. Los datos se muestran como recuento (porcentaje) y mediana (rango intercuartílico). |
En primer lugar, se analizaron los nuevos casos de SCA en pacientes a quienes se realizó una coronariografía, se comparó su número con el del mismo periodo de 2019 y se observó una reducción significativa del 40,4% (prueba de bondad de ajuste ji al cuadrado, p < 0,001) en los nuevos diagnósticos de SCA (figura 1). Estos datos son similares a los ofrecidos por las encuestas de ámbito nacional en España e Italia1,2.
Al profundizar en la tendencia temporal, y ya solo con datos de 2020, comparamos los nuevos casos de SCA tratados invasivamente semana a semana con los nuevos casos de COVID-19 registrados en nuestra región (figura 2). Se halló una relación inversa con el número de casos nuevos de COVID-19 en Madrid (datos oficiales del Ministerio de Sanidad a 15 de mayo de 20204) y un impacto claro del confinamiento decretado en España el 15 de marzo de 2020. Posteriormente, los casos se recuperaron de forma paulatina a medida que descendió la incidencia de nuevos casos de COVID-19, lo que apoya que durante el confinamiento es posible que dominaran la alteración de la atención médica normal y la reducción voluntaria de las consultas de los pacientes. En línea con esto último, la reducción de casos no guarda relación con la incidencia de COVID-19 en otras regiones2. Si hubiese realmente una «epidemia de salud» con una reducción real de los casos de SCA, la disminución de los casos se esperaría que fuera más mantenida en el tiempo, dado que el confinamiento continuaba en el mismo grado al final del periodo de estudio.
En la figura 2 (azul claro) se muestran los casos que fueron positivos confirmados (por prueba de reacción en cadena de la polimerasa) durante el ingreso por SCA (13 pacientes de los 118, el 11,02%). Hubo casos esporádicos que se concentran en las semanas 4 y 5 (30 y 27% COVID-19 positivos, respectivamente). Esta proporción es similar a la de seroprevalencia hallada en un estudio piloto dirigido por el Ministerio de Sanidad en nuestra provincia, que muestra que un 11,3% (intervalo de confianza del 95%, 9,8-13,0) de la población de Madrid tiene anticuerpos IgG para SARS-CoV-2 (resultados preliminares de estudio ENE-COVID19 del 13 de mayo de 20205).
Este estudio tiene las limitaciones inherentes a los estudios observacionales retrospectivos, y además no dispone de información sobre los pacientes con SCA a los que no se hizo coronariografía, si bien nuestros protocolos de tratamiento del SCA no se modificaron sustancialmente6.
En conclusión, el análisis temporal de la reducción de nuevos casos de SCA tratados invasivamente muestra una relación inversa con los datos oficiales de nuevos casos de COVID-19 y una relación directa con la instauración del confinamiento. La proporción de pacientes con una prueba de reacción en cadena de polimerasa positiva para SARS-CoV-2 es similar a la seroprevalencia estimada en la región.
BIBLIOGRAFÍA
1. De Rosa S, Spaccarotella C, Basso C, et al. Reduction of hospitalizations for myocardial infarction in Italy in the COVID-19 era. Eur Heart J. 2020;41:2083-2088.
2. Rodríguez-Leor O, Cid-Álvarez B, Ojeda S, et al. Impacto de la pandemia de COVID-19 sobre la actividad asistencial en cardiología intervencionista en España. REC:Interv Cardiol. 2020;2:82-89.
3. Anjum NA. Good in The Worst:COVID-19 Restrictions and Ease in Global Air Pollution. Preprints. 2020. https://doi.org/10.20944/preprints202004.0069.v1.
4. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Situación actual Coronavirus. Disponible en:https://www.mscbs.gob.es/en/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/situacionActual.htm. Consultado 14 Jul 2020.
5. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Estudio Nacional de Sero-Epidemiología de la Infección por SARS-CoV-2 en España (ENE-Covid). Disponible en:https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/ene-covid/home.htm. Consultado 14 jul 2020.
6. Romaguera R, Cruz-González I, Jurado-Román A, et al. Consideraciones sobre el abordaje invasivo de la cardiopatía isquémica y estructural durante el brote de coronavirus COVID-19. REC:Interv Cardiol. 2020;2:112-117.
Autor para correspondencia: Servicio de Cardiología, Hospital Clínico San Carlos, Profesor Martín Lagos s/n, 28040 Madrid, España
Correo electrónico: salinas.pablo@gmail.com (P. Salinas).